Cuando emprendemos la complicada tarea de buscar trabajo, lo más habitual es sentarnos a pensar sobre cuáles son nuestras aptitudes, localizar las empresas y departamentos a los que podemos aportar algo, y enviar nuestro currículum vitae para intentar formalizar una entrevista mediante la que podamos acceder al puesto de trabajo deseado.
A pesar de que puede parecer una secuencia sencilla, hoy en día resulta de lo más complicado, principalmente por las escasas oportunidades profesionales, pero no por ello tenemos que darlo todo por perdido. Como ejemplo, podemos considerar la proeza de Alexander J. Velicky, un joven estadounidense de 19 años, se armó de valor y decidió crear un video juego, utilizando su exitoso proyecto como una carta de presentación sin igual para contar con una oportunidad profesional en la empresa con la que deseaba colaborar.
Esto ha sido posible gracias a tres factores principalmente, el primero la convicción de querer pertenecer a una compañía, el aprovechamiento eficiente del tiempo del que disponemos (que es un activo del que disponen muchos parados pero que no todos lo hacen), y segundo apostar por un objetivo, centrándonos como si se tratase de un trabajo, y así poder acreditar unas capacidades cuando no se dispone de experiencia profesional.
El logro de Alexander ha destacado por su carácter disruptivo, y sin lugar a dudas merece la pena contemplar por todos aquéllos que aspiran a un trabajo, especialmente los recién egresados o que a penas cuenten con experiencia en el mundo de la empresa. Porque es importante mover nuestro currículum, pero cuando las cosas se ponen duras, hay que dar un paso más.
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