En la actualidad estamos viviendo un resurgimiento de la edad dorada de Internet, a través de la eclosión de las redes sociales, lo que está permitiendo que se esté creando un ecosistema razonablemente saludable para que las empresas crezcan rápidamente y lleguen a monetizar con relativa sencillez sus servicios.
Dentro de este entorno de desarrollo de las redes sociales se incluyen un actor muy relevante, y que en la mayoría de los casos es imprescindible contemplar por parte de los emprendedores, y que son los inversores privados, ya sean fondos de inversión o inversores personales. Pero, ¿cómo se enamora a estos inversores?
Sin ánimo de dogmatizar y siendo conscientes que cada de estas entidades tienen sus propósitos y criterios de selección de inversiones, lo que está claro es que el emprendedor debe ajustarse a un modelo “cuasi-normalizado“, que no es otro que el de un plan de negocio, o por lo menos, un resumen ejecutivo y una presentación enfocada a los inversores.
El documento del resumen ejecutivo no debe pasar de dos hojas y debe ser muy concreto en la propuesta de negocio que plasma en el papel. Algunos detalles que debe tener son:
- Requisitos de capital, qué dinero se necesita y para qué se necesita.
- La estrategia del producto o servicio, clara descripción de lo que se va a hacer, se va a vender y por qué hay mercado.
- Estrategia de comercialización, especificando un enfoque a corto, medio y largo plazo.
- Ventas, cómo se va a vender, cuáles son tus ventajas competitivas y cómo vas a incentivar la demanda. Los canales de distribución son pieza esencial de la descripción.
- Precios del producto o servicio, detallando los márgenes que tienes y justificar brevemente por que has decidido poner este precio.
- El equipo de trabajo, quienes participan en el proyecto y sus respectivas funciones.
- Finanzas de la empresa, o lo que es lo mismo, describir que haz hecho con tu dinero y hasta donde quieres llegar con la inversión.
- Cierre, trata de concluir el documento con un buen argumento del ¿por qué invertir en el proyecto?.
Hay que ser conscientes que lo que se intenta es convencer y por qué no enamorar al inversor para que invierta en un proyecto que desconoce y que se le ha de implicar tanto como uno mismo lo siente. En otras palabras, con la base de la frialdad de los números estimular el componente emocional que toda actividad humana conlleva, por tanto, transmitir la emoción que a uno mismo le ha llevado a promover su proyecto. Desde luego muy fácil decirlo pero no tanto hacerlo.
Imagen | Lin Pernille Photography
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