Muchos pequeños negocios hoy en día dependen de la tecnología. Lo cierto es que se pueden dar muchas circunstancias que nos hagan echar el cierre en un momento simplemente porque no sabemos identificar los puntos débiles en la tecnología de tu negocio.
El más sencillo ahora que estamos en verano, ¿qué ocurre si se va la luz? No hablamos de un corte prolongado, sino más bien de un pequeño corte de un par de minutos. ¿Seguirán tus sistemas funcionado? ¿Podrás cobrar a tus clientes? Somos dependientes del suministro eléctrico, pero tenemos sistemas de energía ininterrumpida que nos ayudan a salvar estos problemas.
Lo mismo ocurre con el acceso a Internet, en muchos casos. ¿Podemos utilizar el datáfono? ¿Perderemos clientes por que no pueden pagar con tarjeta? Lo ideal en estos casos es tener diferentes sistemas, un datáfono que pueda funcionar a través de nuestra conexión de banda ancha, o a través de 4G.
El sistema de facturación también suele presentar debilidades. En muchos negocios depende exclusivamente de un equipo. ¿Tenemos otro preparado para asumir sus funciones si llega a fallar? Imaginemos un bar de barrio al que le falla el terminal de venta con su terraza llena, ¿podría cobrar a sus clientes? ¿sabría lo que tiene que cobrar?
Y luego tenemos la seguridad. Pocos negocios mantienen absolutamente aislados su red de clientes y su red de trabajo. Facilitan la WiFi del router con el que ellos se conectan a Internet. Y cuando se produce un fallo sus sistemas de gestión pueden verse afectados.
Al final es una cuestión de estar cubiertos. Saber cuánto dinero podemos perder por un fallo y si nos interesa tener un sistema de respaldo previsto o no. Si estar una hora cerrados significa perder miles de euros, seguro que no hay problemas en invertir para evaluar nuestras debilidades e invertir para que dejen de serlo.
En Pymes y Autónomos | Emprender a golpes...también se aprende
Imagen | Angelo_Giordano