Cuando leemos un diario local, no hay semana que no aparezca una noticia sobre pequeños comercios que echan la persiana. Hace unos días aparecía un titular en el que los comerciantes echaban la culpa del cierre de sus locales a las ventas online y al relevo generacional.
La queja no ha llevado nunca a ningún lado, las soluciones diferentes y apostar por adaptarse a los nuevos tiempos y comprobar si de veras eres tan necesario para tus clientes es lo más sensato. De ahí que las campañas de micromecenazgo o crowdfunding hayan empujado a una librería con solera de Madrid a editar un libro para evitar su cierre.
De cómo el amor de unos clientes por un comercio puede salvarlo
"Estos siete años de librería han sido mas difíciles de lo que esperábamos, no corren buenos tiempos para la lírica ni para la situación de los comercios locales. Los ritmos de vida en las ciudades de la periferia y en los barrios marginales han colgado la palabra precariedad en sus carteles de bienvenida. El panorama pinta complicado para la clase inquilina pero afortunadamente siguen existiendo colectivos, asociaciones y lugares donde pequeñas gentes traman la posibilidad de una vida mejor."
Así comienza el texto que acompaña a la idea que tuvieron en la librería Delirio situada en Móstoles, crear un libro para no cerrar una librería y parece que les ha ido mejor de lo que imaginaban porque también eran y son más importantes para sus clientes de lo que llegaron a pensar.
El micromecenazgo es una red de financiación colectiva, normalmente online, que a través de donaciones económicas o de otro tipo, consiguen financiar un determinado proyecto a cambio de recompensas, participaciones de forma altruista.
Y la respuesta ha sido tan notable en tan sólo unas semanas que la librería permanecerá abierta y no sólo eso, también han recibido una dosis de apoyo económico y emocional que les ha devuelto la ilusión.
¿Y si tus clientes demostraran su poder a través de una campaña de crowdfunding?
Cuando un negocio es algo más que eso, es un lugar de encuentro, un espacio donde además de comprar libros o cómics puedes asistir a talleres y leer tranquilamente, estás ofreciendo algo más a tus clientes.
Por esta razón, si desaparece del barrio de turno, es lógico que los vecinos y clientes se movilicen.
Y lo llamativo de esta historia es que en ella están involucradas personas de todas las edades. Clientes de más de 40 años se mezclan con niños que encuentran en la librería "un lugar mágico". Y los dueños lo han podido comprobar porque el libro se está vendiendo mucho y los apoyos llegan.
Un comercio es algo más que un espacio para vender un producto
Y en la librería Delirio lo entendieron cuando abrieron sus puertas al público. Además de comprar libros o tebeos, se abrían las puertas a un lugar de ocio para pequeños y mayores a través de talleres de maquillaje, conciertos, y visitas de dibujantes ilustres que hacían las delicias de sus admiradores.
Esta historia me ha recordado a algunas que ha recogido el cine, donde las grandes superficies, podrán ofrecer cantidad pero jamás cercanía y originalidad, y eso precisamente es lo que en esta librería han sabido potenciar y por este motivo, la comunidad que han creado en su barrio ha evitado que digan adiós.
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Imagen|Comfreak