Cuando buscamos información en internet sobre cuáles son los pasos que debemos seguir para crear un negocio, son muchos los 'expertos' los que se afanan en proponer ciertos pasos y secuencias a la hora de desarrollar nuestra idea, e incluso nos asesoran sobre hasta casi con la cantidad exacta de dinero que debemos invertir y los flujos de financiación que son necesarios.
Lo que me sorprende, sin ánimo de ser recursivo en este asunto, es que sin conocer cómo es un negocio, ni mucho menos sus particularidades, podamos creer que se pueden establecer ciertos 'dogmas', tal y como si una empresa fuese un ente rígido que no pudiésemos controlar a nuestra manera.
En mi opinión, una empresa como proyecto que es, debe ser libre, sobre el que debemos contar con la libertar de plasmar en él nuestra idea de una forma personal, apostando por lo que creemos, arriesgando hasta dónde creemos que es necesario, y proporcionando forma y color a un bien o servicio en el que confiamos que cubrirá determinadas demandas de la sociedad.
Como pueden comprobar no existen reglas básicas, y ni tan siquiera los condicionantes que han proporcionado el éxito de una empresa servirían para el éxito de otra que base su negocio en la misma actividad, porque una empresa debe gozar de la capacidad de interactuar en múltiples circunstancias, que por supuesto son cambiantes, y cualquier detalle puede condicionar que nuestra estrategia sea diferente.
En Pymes y Autónomos | Si no hemos creado una empresa no podemos guiar a emprendedores
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