En los últimos años se está potenciando mucho, al menos de voz, las bondades del emprendimiento, tal y cómo si se tratase del único medio del que podemos disponer para salir de este atolladero económico.
No quiero decir que esto no sea positivo, pero me da la sensación de que cada vez son más los que piensan que tenemos que hacer cosas nuevas, abandonando todas aquellas actividades que han tenido éxito en nuestra economía, y que aún tienen margen para mejorar y recorrido de futuro.
Si echamos la vista atrás, nuestro país cuenta con algunas ventajas competitivas, como son el potencial que muestra el turismo, la hostelería y el desarrollo de los productos agropecuarios.
Porque a pesar de que son muchos lo que piensan que está todo inventado, o que las posibilidades de nuevos desarrollos y/o oportunidades de negocio son escasas. Pero en mi opinión no es así, ya que este tipo de productos y servicios han de transformarse para aprovechar todas las oportunidades y los cambios que tienen lugar en los propios consumidores. Confirmando que no tenemos por qué cambiarlo todo necesariamente, sino que también debemos trabajar en mejorar lo que ya tenemos.
En Pymes y Autónomos | Bajar los precios es un arma peligrosa para revitalizar las ventas
Imagen | daquellamanera