Uno de los aspectos que más valoran los empleados a la hora de aceptar un puesto de trabajo es la facilidad que les ofrece para conciliar vida personal y laboral. Es cierto que poco a poco vamos amoldando nuestra vida a los horarios de trabajo que tenemos, pero siempre surgen inconvenientes. Vamos a ver algunas propuestas para flexibilizar la jornada laboral muy sencillas de aplicar.
La parte positiva de estas propuestas es que prácticamente no tienen ningún coste para la empresa. Además mejoran la percepción del trabajador de que se preocupan por él y además al tener menos preocupaciones de ámbito doméstico, es más sencillo mantener la concentración en las tareas laborales, lo que al final nos hace ser más productivos.
Vamos a ver algunas de las posibilidades que tenemos:
Flexibilidad de horario de entrada y lógicamente también de salida. De esta forma se evitan atascos, haciendo que los empleados gasten menos tiempo en desplazarse al trabajo y también los que tienen hijos pueden llevarlos al colegio. Esto lógicamente también implica la misma flexibilidad de horario de salida.
Flexibilidad de horario de comida donde pueden tomarse media hora o dos horas, dependiendo de sus necesidades. Al final la jornada sigue siendo de ocho horas, pero se distribuyen en función de las necesidades de cada trabajador.
Jornada reducida los viernes que se suele trabajar sólo siete horas saliendo a la hora de la comida. La hora que falta se compensa a lo largo de la semana. Esto ayuda a alargar el fin de semana y la desconexión de trabajador, facilitando su descanso.
Posibilidad de trabajar desde casa algunas horas a la semana o de forma puntual. Esto implica que si tenemos un problema doméstico se puede solventar sin problemas.
Banco de tiempo donde se dedican una serie de horas al año a realizar gestiones personales. Sería como el día de asuntos propios de los funcionarios, pero compensado en la jornada de la semana. Si hemos necesitado dos horas un día, se compensan a lo largo de esta semana o ese viernes no salimos a mediodía.
Todo esto es fácil de conseguir, pero quizás es más fácil de aplicar en las grandes empresas que en las pymes, donde si un trabajador falta, al ser pocos supone un porcentaje importante de la fuerza laboral que no está. Después porque muchos piensan que si se reducen horarios pueden perder clientes.
En Pymes y Autónomos | Jornada laboral continua y el error de extender los horarios
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