Siempre pensamos que somos mejores que los demás. Más altos, más guapos y sobre todo más listos. En estos tiempos donde en las empresas los datos valen oro, seguimos pensando que los problemas son de los demás. Por que nunca pensamos que un incidente de seguridad nos puede pasar a nosotros. Hasta que pasa y se nos queda cara de tontos.
Y descubrimos que nada funciona como teníamos planeado. La copia de seguridad, esa que se planificó hace años y que no tenemos ni idea ni siquiera de si se está haciendo o no nos puede salvar la vida. Si está funcionando, claro. Porque hoy en día los ataques no implican que los sistemas informáticos no responden, sino que han secuestrado nuestros datos.
Y es aquí cuando nos damos cuenta que todo lo hemos hecho mal, que hemos mirado hacia otro lado.
¿Para qué invertir en seguridad? Es un gasto inútil que lo único que hace es limitar la operativa de la empresa. Que todo el mundo acceda a todo y que no haya trabas para trabajar.
¿Para qué hacer test de las copias de seguridad? No es más que una pérdida de tiempo y de recursos. Ni siquiera reviso si los correos que me llegan informando de la copia se han realizado de forma correcta o no. Mucho menos importará cuánto tarda en recuperarse los archivos.
Siempre hay alguien a quién cargarle las culpas, porque por supuesto no se ha invertido tampoco en formación y los trabajadores operan como si estuvieran en su casa. Y en muchos casos lo están, porque algunos hasta se traen sus propios equipos para trabajar.
Es una mera cuestión estadística. La pregunta no es si nos va a pasar a nosotros, sino más bien cuándo nos va a pasar a nosotros. Pero es algo que muchos siguen sin entender, pensando que sus negocios son insignificantes como para ser atacados, que solo van a por los grandes. Pero la cuestión es que simplemente les atacan porque pueden, porque tienen agujeros en sus redes o usuarios confiados que les abren la puerta. Pero no os preocupéis, seguro que a vosotros no os pasa.
Imagen | Gellinger