Estos días la LOMCE está de actualidad, a pesar de la cantidad de reformas educativas que ha habido y, presumiblemente, habrá, uno de los factores principales que afectan a nuestro mercado laboral es el desajuste que existe entre la oferta académica y la demanda laboral. La explicación inmediata es justificarlo en que nuestro sistema educativo está caduco y no se adapta a la realidad.
Es indudable que existe una oferta formativa que, en ocasiones, no se ajusta a la demanda del mercado, pero no se ajusta porque realmente no se les prepara a los futuros titulados en competencias y habilidades aptas para ofrecerlas al mercado laboral. Por otra parte, las empresas tienen una gran responsabilidad en esta situación por la falta de creatividad o desinterés por aprovechar el talento que produce el sistema educativo.
Para mostrar esta situación valen dos ejemplos. Los titulados en Filosofía en España tienen en la mayoría de los casos como única salida profesional la docencia, pública o privada, sin embargo, en los países más avanzados son perfiles muy apreciados por su sólida formación en Lógica lo que les permite ser de extraordinaria utilidad en la industria del software, analítica (big data) y seguridad informática.
Otro ejemplo, son los titulados en filología. Al igual que en el caso anterior sonperfiles muy apreciados por su capacidad y utilidad para el análisis semántico de la web y seguridad informática. De hecho, muchos filólogos españoles tienen que irse fuera a trabajar en multinacionales para desarrollar estás funciones profesionales.
Iniciativas como la que han promovido la Cátedra Unesco de Gestión y Política Universitaria de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y la Obra Social “la Caixa”, con la colaboración de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), para poner en marcha el Observatorio de Empleabilidad y Empleo Universitarios, puede ser la respuesta necesaria a un ercado laboral tan sesgado.
Esperemos que no acabe siendo otra iniciativa pasajera más y que no se dedique a generar meras estadísticas que describan la realidad, sino que la interpreten tomando las buenas prácticas de otros países y actúe como mecanismo de difusión de las mismas entre las empresas, los profesores y los propios alumnos para que puedan desarrollar carreras profesionales de éxito más allá de los caminos preestablecidos.
Imagen | gre.ceres En Pymes y Autónomos | España, un mercado laboral demasiado desajustado