Muchas startups, sobre todo las que tienen que ver con Internet, basan su ventaja competitiva en soslayar o eludir las normas llegando, incluso, a ser su modelo de negocio.
Un ejemplo que tenemos todos en nuestra memoria es el caso de Napster para la descarga de música sin respetar la normativa de propiedad intelectual. Otro caso, fue el de Ryanair ofreciendo un servicio sustentado en cláusulas abusivas o el de las propias operadoras de telefonía, que prefieren pagar las multas multimillonarias que les impone la Comisión Europea o los gobiernos nacionales, porque les sale muy rentable.
Esto no es un problema que nos venga importado si no que nuestras propias startups también lo utilizan para obtener ventajas escudadas en unos Términos y Condiciones que, por lo general, casi nadie lee y que están repletas de cláusulas abusivas.
Un ejemplo, notorio y por su impacto en la difusión del comercio electrónico en España es el de PackLink, un agregador de mensajería, aunque se publiciten como un comparador, al estilo de Rastreator o Acierto, no es así, ya que se contrata directamente con PackLink y no con la empresa de mensajería.
Hace poco me comentaban un caso de un envío de vino en la caja original de la bodega y protegido como es habitual con separadores de cartón. Durante el transporte se rompió cuando fueron a reclamar el seguro que proporciona Packlink, porque con el envío se contrata un seguro de 100 euros, les informaron que no tenían derecho por no cumplir con las recomendaciones de embalaje.
Unas recomendaciones nunca son vinculantes, sin embargo, PackLink en su Web lo indican en Ayuda como Consejos de Embalaje, cuando en Términos y Condiciones en la Cláusula 6 indican "No se aceptarán reclamaciones sobre las Mercancía que no se ajusten a las Recomendaciones de Embalaje".
Leer los Términos y Condiciones de Packlink es un compendio de cláusulas abusivas, de falta de garantías del consumidor y obviar lo que estipula la LGCU como requisito de las cláusulas no negociadas individualmente, la buena fe y justo equilibrio entre los derechos y obligaciones de las partes.
Por cierto, para quienes se interesen por el comercio electrónico les interesará saber que la normativa que regula los Términos y Condiciones, es decir, un contrato de prestación de servicios electrónico es:
- La Directiva 93/13/CEE
- La Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuario (RD 1/2007)
- La Ley 3/2014 sobre el régimen de cláusulas abusivas
En el caso de PackLink incumple el Art. 82 de la LGCU al limitar los derechos del consumidor y usuario, imponer al consumidor garantías desproporcionadas y resulten desproporcionadas en relación con el perfeccionamiento y ejecución del contrato.
Además, incumple la Ley 3/2014 al conceder al empresario a determinar si el bien se ajusta a lo estipulado en el contrato o la exclusión o limitación del emtpresario en cumplimiento del contrato por lo daños causados al usuario por una acción u omisión de aquel.
Todos estos incumplimientos a qué se deben, a algo muy sencillo, PackLink no ofrece cobertura de segura para mercancías frágiles, en lugar de informar expresamente y de forma clara y concisa de esta circunstancia, su estrategia consiste en estipular unas cláusulas de Términos y Condiciones desproporcionadas y abusivas.
Un negocio está para ganar dinero y cuanto antes se llegue al punto muerto, mejor. Imponer todos las obligaciones al cliente y ningún derecho no es correcto y acaba siendo contraproducente, con la excepción de los mercados oligopólisticos como la electricidad, gas o telefonía, que todos sufrimos y sabemos cómo se comportan.
En Pymes y Autónomos | Ryanair y la libertad de pacto