Dirigir equipos con éxito no es una tarea sencilla, en los deportes de competición, y especialmente en el fútbol, se aprecia claramente como involucrar e implicar a todos los miembros del equipo no es un labor futíl y de hecho, al final de cada temporada aparecen casi una docena de entrenadores destituidos.
Para sacar el máximo rendimiento del grupo es necesario conocer las cualidades y actitudes de cada uno de sus miembros para asi maximizar el potencial individual y lograr de esta manera el resultado colectivo más adecuado.
Además es conveniente actuar de un modo determinado. Así es importante que el grupo sepa y sea consciente que está trabajando en algo urgente. Resulta motivador para los equipos tener constancia que trabajan en cosas que importan y no en extrañas nebulosas de futuro incierto.
El establecimiento de altos estándares, es decir, un estandar de excelencia, suele mejorar el rendimiento de los grupos, por eso suele ser beneficioso establecer metas ambiciosas que promuevan el esfuerzo de cada uno de los integrantes en aras de alcanzar el objetivo común.
Cuando se conoce a un grupo de trabajo es necesario prestar a atención a todos los detalles y primeras impresiones. Por regla general, del modo en que comienza a trabajar conjuntamente determina a posteriori las relaciones y rendimiento futuro.