Un no a tiempo es una batalla ganada. ¿Quién no ha terminado en una situación que no deseaba por no saber decir no?
Casi todo en esta vida se aprende, e igual que la creatividad podemos adquirirla o entrenarla, la asertividad es una habilidad comunicativa imprescindible para negociar en el trabajo.
Nuestra forma de comportarnos repercutirá en unos resultados que nos beneficien. En ocasiones, decir no nos cuesta, y este comportamiento en el ámbito laboral acarrea problemas.
Una frase muy manida es la de: "Es que yo no sé decir no". Tal vez sea cierto, pero lo importante sea aprender y decir nuestro primer no a ese compañero que siempre acaba aprovechándose de esta carencia comunicativa.
Las personas que no practican la asertividad, anteponen los derechos de los demás a los suyos y así, evitan conflictos. Son los que con frecuencia, ante cualquier petición responderán con un: "Como tú quieras", "No importa", etcétera.
Es decir, un perfil perfecto para no ser respetados por el entorno y fáciles de manipular.
Sin embargo, la persona asertiva, expresa sus sentimientos de una manera directa pero con el respeto como base.
Y éstos emplearán frases del tipo: "Me parece bien lo que dices, pero debes entender que yo...", "A mí me gustaría..." y otras, en las que quede claro que a pesar de respetar la opinión del otro, o de comprender que tiene un problema, esto no será suficiente para que él renuncie a su tiempo.
La asertividad no sólo es positiva en el ámbito personal sino en el profesional. No temamos llevar la contraria, todo dicho con buenos argumentos y con amabilidad será bien aceptado tanto entre compañeros como por nuestros superiores.
En Pymes y Autónomos|Cómo superar conflictos con tus compañeros
Imagen|Richard Winchell